Luis, sin ser de la familia, sin ser mi novio, sin ser una persona a la que vea constantemente, se preocupa mucho por mi hermana, ha sido de las pocas personas a quien verdaderamente le interesa…
Mi historia con Luis empieza 10 años atrás, ambos teníamos 12, nos conocimos en la secundaria, una época difícil para todos, por que es ahí donde comenzamos a definir nuestra personalidad, yo estaba acostumbrada a hacer, decir y actuar de la manera en la que se me indicaba, es decir, pensaba por mi misma, pero actuaba como lo deseaban mis padres, mis abuelos, mi familia y la sociedad en general, lo cual para mí ere algo muy difícil, ya que desde que tengo uso de razón siempre había sido algo diferente a mis compañeras, desde el preescolar había tenido más amigos (varones) que amigas, en fin, cuando lo conocí se convirtió en uno mas de amigos.
Cada día que pasaba lo conocía un poco más, y poco a poco me empezó a llamar más la a atención, conocía al derecho y al revés sus gustos musicales, su nombre completo, hasta su dirección, poco a poco se convirtió en mi obsesión.
El era un artista nato, pintaba, dibujaba, escribía poemas y cuentos, yo le atribuía su habilidad a que era (es) zurdo, razón por la cual me parecía aun más único, autentico y a mis compañeros por el contrario, les parecía extraño, siempre lo estaban hostigando y molestándolo.
En nuestro primer año de secundaria poco antes de salir de vacaciones de diciembre, el me recomendó un que escuchara un grupo llamado “MAGO DE OZ”, si me lo hubiera pedido cualquier otra persona, sinceramente no le hubiera hecho caso, pero como era Luis quien me lo pedía … no dude en hacerlo. Su música me parecía interesante ya que era una mezcla de rock con melodías celtas y así se quedo en “interesante”, hasta que un día escuche una “MOLINOS DE VIENTO” (Canción que ahora es más trillada que nada) Cada palabra que escuchaba creaba en mi un sentimiento maravilloso, sentí como mi cuerpo se llenaba de electricidad, energía, ¡¡DE VIDA!! Principalmente en la parte que dice:
Vive, canta, sueña, siente que el viento ha sido hecho para ti,
Vive, escucha, y habla usando para ello el corazón
Siente que la lluvia rosa tu cara cuando haces el amor
Grita con alma, grita tan alto, QUE DE TU VIDA TU SEAS AMIGO EL UNICO ACTOR
Esta ultima parte fue la que movió todo mi mundo, como si despertara de un largo letargo y mi vida empezara a los 12, ahí comprendí la motivación de Luis, y entonces yo también comencé a escribir, escribía sobre cualquier cosa, sobre como me sentía, los sentimientos que Luis provocaba en mi, en fin. Un día comencé a pensar en otra realidad, donde Luis se interesara por mi, en donde nada ni nadie pudiera separarme de el, como un cuento de hadas, y se me ocurrió eso precisamente, esconder todas las cosas que no le podía contar a nadie (o al menos eso creía yo) en un cuento, invente mis propias claves para cada persona, todos los cuentos que inventaba, eran la vida que a mi hubiera gustado tener con Luis a mi lado.
A pesar de todo esto, de querer esconder lo que sentía, necesitaba la aprobación de Luis, como si le dijera “te quiero en secreto, ¿Qué Opinas?” decidí mostrarle mis escritos, con la escusa de que necesitaba la asesoría de un “profesional”, Cada vez que el empezaba a leer una de mis historias sentía que iba a morir, la sangre se me iba a los talones mientras mi corazón se aceleraba, temiendo y rogando que lo descubriera, temiendo, por que me avergonzaba, y no quería que lo supiera, rogando por que se diera cuenta y sintiera lo mismo que yo.
Al terminar de leer alabo mis cuentos, me felicito, y me dijo que se me facilitaba mucho la redacción, que tal vez en un futuro podría convertirme en escritora de cuentos o algo así, nunca le había mostrado lo que escribí a ninguna otra persona y las palabras de Luis me alentaron a hacerlo sin pensarlo, y de pronto todo el salón se entero de que Faby escribía cuentos maravillosos.
Cada día que pasaba me era inevitable pensar más y más en Luis, asi que me lleve a la escuela la libreta donde escribía mis sentimientos por el, en clases ya no podía prestar atención, lo unico que hacía era redactar la perfección de “Mi poeta” , hasta que un día Luis me encontró escribiendo muy concentrada, y
Luis: ¿Qué haces?
Yo: Escribo
Luis ¿Y que estas escribiendo?
Yo: Cosas…
Luis: ¿Pero que cosas?
Yo: Cosas que pienso
Luis: ¿Y que piensas ?¿Lo puedo ver? (Si lo se es increíble que a pesar de que han pasado 10 años aun recuerde las palabras exactas que le dije, pero todo lo que tenga ver con el lo recuerdo al derecho y al revés).
No supe que hacer, si le daba el cuadernillo mi secreto se descubriría, y si no se lo daba sospecharía, lo mejor que pude hacer fue entregarlo, sentía que la vida se me escaba junto con la respiración, para mi fortuna, en ninguno de los escritos mencione su nombre, solo estaba “mi poeta” “Joven artista” “Corazón de poeta” y cosas por el estilo.
Una vez mas me dijo que era muy buena escribiendo, sonrio y pregunto
Luis:¿Quién es la persona que te inspira?
Yo: No te lo puedo decir
Luis: Por que no? ¿Es de este salón verdad?
Y o: No te lo puedo decir
Luis: Te prometo que no le voy a decir a nadie
En ese momento llego una compañera
Janeth: Luis ven por fas,
Luis: No te preocupes yo también tengo mi inspiración (Lo dijo mientras veía a Janeth)
Mi poeta quería a la chava más zorra de toda la secundaria, yo no podía hacer nada mientras que mi amor no correspondido se alejaba con otra mujer. Y comencé a escribir sobre la tristeza, sentimiento que desde entonces ha sido inspiración en la mayoría de mis textos y dibujos (así es yo también dibujo, y se lo debo a Luis). Poco a poco perdía la fe en que el se fijara en mi. Trate actuar con el como lo hacían los demás para despistar…
El primer 14 de febrero en la secundaria era anhelado por muchos compañeros, esperaban recibir muchas cartas, chocolates, dulces y una que otra confesión de amor (es decir que adolescente no espera eso).
Varios amigos y yo hicimos bromas, “tiramos carrila” a quienes traian diversos regalos para los demás, Que si se lo iban a regalar a la(el) novia(o) al amante, al querido, en fin, humor mal sano y acosador de los adolescentes. Ese día Luis llego con una bolsa blanca (me acuerdo de todos los detalles) casi transparente en donde traía 3 rosas artificiales rociadas con el perfume que el usaba, no tardamos en caer sobre el como buitres carroñeros, y diciendo cosas ofensivas para el “Mira si una chava no lo quiere, se va a buscar otras 2” “Esas te las regalo tu mamá” “No, las maestras no cuentan para el 14”…
Nos reímos a carcajadas, uno de los compañeros le quería quitar la bolsa, y el dijo, espérate, saco una de las rosas extendió el brazo y me dijo “Esta es para ti”, en ese instante me quede muda,
Petrificada, paralizada, me sentía una idiota, una basura, algo insignificante, yo burlándome de el y el regalándome una rosa preciosa, la tome y no puede decir nada, para cuando pude reaccionar Luis ya se había ido y repartido las otras 2 rosas, una para Janeth y otra para Cinthya.
Esa tarde me encerré en mi cuarto, mientras olía la rosa que me regaló Luis, volvía a imaginarme lo maravillosa que sería la vida a su lado… hasta la fecha, aun guardo esa rosa en la cabecera de mi cama.
Desde ese día empecé a sufrir una historia de amor yo sola, yo sola por que el solo veía como amiga, mientras en mi mente infantil soñaba con un lugar maravillosos solo para nosotros dos. Cada día que pasaba era más triste, por que yo como su amiga escuchaba todos sus problemas, y lo hacia con gusto, de el podría escuchar todo, cualquier cosa, excepto, que me dijera “Me gusta alguien” .
Cuando me dijo que la persona a quien el quería era Janeth (la zorra del salón) sentí como mi corazón se detenía, tenía ganas de llorar, trate de disimular, pero lo mejor que pude hacer era irme de su lado. Por un momento pensé que si me le declaraba, entraría en razón y se daría cuenta de que el también me quería, los días pasaban entre cobardía, dolor, desesperación y obsesión.
Paso mucho tiempo para poder enfrentar el sentimiento que tenía, pasamo a 2º grado de secundaría. Un día al salir al receso esperé a que salieran todos los compañeros, todos menos Luis…
YO: Luis, mira que tal me quedo este,
Luis: A ver, (leyendo) mmm pues si está muy padre, pero como que aquí le ibas a poner el nombre y no se lo pusiste
Yo: Jaja si, es que acuérdate que es secreto,
Luis: Oye si es cierto, el otro día me ibas a decir quien es tu inspiración jaja
Yo: ¿No te has dado cuenta verdad?
Luis: ¿de que?
YO: de que la persona para quien le escribo es, … eres tu, tu eres la razón por la que escribo
*silencio incomodo*
Luis: ¿Por qué no me dijiste antes?
YO: No se por que… pero así es
Luis: Yo también te quiero mucho, pero solo como amiga, y no quiero que las cosas cambien entre nosotros, vamos a hacer de cuenta que esto nunca paso, y empezamos desde cero. Hola yo soy Luis, Mucho gusto.
Yo: Mucho gusto (lo salude mientras le daba una falsa sonrisa)
Luis: Sobres, nos vemos entonces.
Poco a poco mi miedo se volvió realidad, la persona más especial en mi vida se alejaba de mi, por haberle dicho que le quería. En ese entonces (y hasta la fecha) he tenido muchas dudas al respecto, cuando me pregunto el por que no le dije antes, de momento no supe que decir, pero desde aquel día esa pregunta aun ronda en mi cabeza, ¿Por qué no le dije antes? ¿Me hubiera respondido diferente? ¿Acaso hubo algún tiempo en que el me quisiera?¿Si alguna vez me quiso, por que dejo de hacerlo? También ¿Cómo es que me prohibía quererle? Si, así es, en el momento en que me dijo que todo comenzaría desde cero, estaba negando el sentimiento que tuve hacia el, como un sentimiento tan maravilloso como el cariño que yo le tenía, podía ser negado y repudiado tan fácilmente.
En mayo de nuestro 2º año de secundaría paso algo terrible, algunas compañeras iniciaron un “chismografo” en entrevista, preguntando a los chavos del salón quienes eran las personas del grupito con el que se juntaban, quienes eran sus mejores amigos, quien les caía mal, y a quienes de esas personas no las consideraban sus amigos. La casería inicio a la hora del receso, preguntaron a todos y cada uno de los chavos del salón, para mi desgracia yo entre al salón cuando era el turno de Luis (Desde la confesión se empezó a apartar de mi así que a pesar de estar en el mismo salón ya no lo veía tan seguido).
Cinthya: Mira que bueno aquí esta Faby
Luis: Ah
Cinthya: Ella siempre esta su grupito ¿No?
Luis : A veces
Cinthya: ¿A poco ya no te juntas con Luis? Faby
Yo: A mi no me metas en tu encuesta yo ya me voy
Cinthya: ¿Oye Luis se pelearon? ¿o de plano ya no la consideras tu amiga?
Luis : Yo ya no la considero mi amiga
Estaba a punto de salir del salón, pero alcance a escuchar perfectamente lo que dijo Luis, y eso fue aun más doloroso que cualquier otra cosa, deje de hablarle por completo, únicamente me acercaba a el cuándo nos juntaban los profesores para hacer algún trabajo, pero no más, y a pesar de que el ya no quisiera ni mirarme, no podía dejar de quererle, me hubieran gustado que las cosas fueran diferentes.
Cuando pasamos a 3º por cuestiones del destino Luis ocupo un pupitre junto al mío, jaja la verdad es que se le hiso tarde, y había pocos lugares disponibles, ambos nos resignamos a ser vecinos.
El tiempo pasaba y yo no me atrevía a entablar una plática con el, el hecho de no poder tenerle como pareja, ni como amigo me aisló, a pesar de tener mas personas, amigos y compañeros a mi alrededor yo no podía dejar de sentirme sola, lo único que necesitaba para ser feliz eran las palabras de Luis. Hubo tantas, y tantas ocasiones en las que convivía con mis amigas y a pesar de eso no podía dejar de sentirme sola en un mundo rodeado de gente. Yo sola me aislé de los demás, evitaba platicar con ellos, y disimulaba haciendo algún dibujo.
Un día mientras dibujaba, Luis se acerco a mi tranquilamente(Como si nada hubiera ocurrido entre nosotros 2) .
Luis: Oye esta padre el dibujo ¿Tu te lo inventaste?
Yo: No, lo estoy copiando de una revista mira.
Luis: Ah esta chida luego me la prestas.
Yo reaccione por instinto, y hasta después pensé ¿Qué demonios, Luis me habla de nuevo? Y así fue como Luis entro de nuevo en mi vida, mientras yo trataba de desintoxicarme de la droga (mejor dicho veneno corrosivo y autodestructivo) que era el quererle, el volvía como si nada, de hecho no tenía nada de raro que lo hiciera, ya que no fue el quien pasó las noches soñando y llorando y por un amor no correspondido.
Decidí no ahogarme en una gota de agua, y dejar que la vida siguiera su curso, prefería un millón de veces tener a Luis como amigo que volver a perderlo (en este caso a ser rechazada y marginada socialmente por la persona a la que amaba). Y fuimos creciendo juntos, dándonos cuenta que de cada una de las decisiones que tomamos, tienen sus consecuencias, de que cada uno de los pasos que damos el día hoy nos acercan más a lo que queremos ser el día de mañana y así terminamos la secundaria, cada quien tomo su camino, el se inscribió en una preparatoria de 2 años y yo en un colegio de bachilleres (3 años).
El transcurso de 3 años nos vimos 7 veces a lo mucho y eso era porque yo aun seguía buscándolo, nunca deje ese vinculo emocional que tuve con el, era tanta mi desesperación por tratar de saber lo que sería tener una vida juntos, que intente sustituirlo, buscaba parejas que tuvieran las mismas características que el, que fueran artistas, pintaran, dibujaran y escribieran las cosas que les venían a la mente, fue ahí donde cometí otro error, tratar de enamórame de un sustituto, y mi candidato fue Julio. Ya saben la historia de el, nos conocimos en la preparatoria, fuimos novios, duramos casi 3 años, me puso los cuernos y cortamos.
Al final el sustituto resulto peor que el original, termino haciéndome más daño y dejándome un mal sabor de boca. Termine sufriendo, no porque Julio me hubiera dejado, sino porque la relación que tuve con el, era lo más cercano o parecido que podía tener a una vida con Luis. Cuando veía a Julio no lo veía a el, sino que veía en el todas las características de Luis, como yo lo había idealizado… y el hecho de que me engañara no me dolió por él, sino que yo me imaginaba que era Luis quien lo hacia.
Trate de que la vida siguiera su curso sin pensar en Luis, pero no pude. ¿Conocen la frase “un clavo saca otro clavo”? Pues bien, yo seguía metiendo calvos (perdón clavos) en mi corazón. Fué entonces cuando conocí a choche, que se convirtió en el sustituto del sustituto, una vez más las cosas no resultaron como yo lo planee y a los 4 meses rompimos . Una vez más me encontraba yo sola, sola con Luis en mi cabeza
A los 7 meses de mi ruptura empecé a andar con Nacho (Mi pareja actual), ahí fue donde pararon los clavos, él no tenía ninguna característica de Luis, era totalmente opuesto a el, es medio nerd, algo torpe, no le gusta el rock, es corto de estatura (= que iop), pero me la pasaba increíble con el, me hacía reír, me sentía feliz a su lado, junto a el sentía que yo era especial para alguien. El no me gustaba por como era su personalidad, si no por la persona que era yo estando a su lado, sacaba lo mejor de mi y hasta hace un tiempo (verdaderamente poco tiempo) me di cuenta de que no le quiero, soy egoísta, no le quiero a el, si no lo que el me hace sentir cuando estoy a su lado …
.Y se que a pesar de mi obsesión mal sana con Luis, jamás podremos estar juntos como pareja.
Salimos a tomar una café el fin de semana pasado y platicamos de un montón de cosas, entre ellas de su situación sentimental….
Ambos terminamos nuestras carreras, yo como maestra de primaria titulada y el como ingeniero, pero su problema es que aun no se titula, motivo por el cual aun es practicante, trabaja por contrato en una empresa importante, donde conoce a muchas personas, entre ellas la mujer de la que esta enamorado actualmente, una ingeniera mayor que él, el esta dispuesto a luchar a capa y espada por ella, sin importar las diferencias que tengan, de hecho ya se le declaró le ha dado tiempo a esta mujer de que piense las cosas, pero aun no le ha resuelto nada, es tan noble (e ingenuo) que la va a seguir esperando, mientras que yo atada a una relación que nos soy capaz de terminar, solo puedo observar como intenta ser feliz con una persona que no soy yo.
Y sigo como al principio, prefiero millones de veces tenerlo “cerca” como amigo que ya no tenerle en mi vida.